Mándala del Buda Sakyamuni, pintura tibetana.

Mándala es un término de origen sánscrito, que significa diagramas o representaciones simbólicas bastante complejas, utilizadas tanto en el budismo como en el hinduismo.
Según el Diccionario Sánscrito Inglés, de Monier Williams significa ‘círculo’.
Los mandalas son diagramas o representaciones esquemáticas y simbólicas del macrocosmos y el microcosmos, utilizados en el budismo y el hinduismo.
Estructuralmente, el espacio sagrado (el centro del universo y soporte de concentración), es generalmente representado como un círculo inscrito dentro de una forma cuadrangular. En la práctica, los yantra hindúes son lineales, mientras que los mándalas budistas son bastante figurativos. A partir de los ejes cardinales se suelen sectorizar las partes o regiones internas del círculo-mandala.
Mandala como relajación
Dentro de las múltiples técnicas de relajación orientales, se encuentra la de pintar mándalas, los cuales son publicados en libros parecidos a los de los libros de colorear de los niños, donde viene el mándala sólo dibujado con líneas y el resto en blanco dispuesto para colorear. Esta técnica de relajación no requiere ninguna disciplina expresa, como puede serlo en otras, ya que quien está haciéndolo lo colorea según sus gustos estéticos e imaginativos. La pueden realizar personas de cualquier edad, siendo además que fortalece la creatividad.
Bibliografía
• Jung, Carl Gustav (2002). Obra completa. Volumen 9/I: Los arquetipos y lo inconsciente colectivo. Sobre el simbolismo del mándala (1938/1950). Mándalas (1955), Madrid: Editorial Trotta.
• Giuseppe Tucci (1974). Teoria y practica del mandala, Barcelona: Barral editores.


Corto Maltés
Marinero romántico y trágico, aventurero, vividor, sarcástico… todos estos adjetivos describen a la creación de Hugo Pratt. Corto Maltés es un comic siempre recomendable, de guiones pausados y dibujo aparentemente bruto y áspero al lector, con diálogos memorables y personajes entrañables.
La misma vida de Hugo Pratt es digna de un cómic. Nacido en Rímini, pasó gran parte de su infancia en Venecia. Se desplazó con su padre a Etiopía donde fue testigo de la revuelta Abisinia. Volvió a Italia donde en 1944 fue capturado por las SS de Hitler. Negándose a enrolar en las fuerzas alemanas huyó y se unió a los aliados. Una vez terminada la guerra empezó su trabajo como autor de comic lo que le permitió viajar y establecerse en diversos lugares del orbe: Londres, Brasil, Argentina, Estados Unidos… Falleció en Suiza en 1995.
De su más celebre creación, Corto Maltés, dijo que lo imaginaba como “el mejor compañero de viaje”. A la hora de enfrentarse a los comics de este marinero, hijo de un inglés y una gitana española, hay que tener en cuenta que en el mismo se detectan dos grandes corrientes. La primera es más aventurera y se encuentra sobretodo en la Balada del mar salado, Corto Maltes en Siberia o La casa dorada de Samarcanda. La segunda, más esotérica y fantástica, predomina en una Fábula de Venecia, Mu o Las helvéticas. También hay obras que mezclan ambas en mayor o menor medida, Las Célticas, las Etiópicas o Suite Caribeña. También existe una rara avis como es Tango, donde el tono se asemeja más a la novela negra. Debo añadir que aun no he podido disfrutar de todos los tomos de Corto, en parte debido a su elevado precio.
La acción trancurre en las primeras decádas del siglo XX y tiene como telón de fondo la Guerra Ruso/Japonesa, la Primera Guerra Mundial o la revuelta del Sin Fein en Irlanda, entre otros muchos acontecimientos.
Gran parte del peso de las historias recae en los personajes, mezclando los protagonistas de acontecimientos históricos con invenciones del autor. Corto destaca como el gran protagonista, pero me decanto por Rasputín, un desertor/asesino ruso que ya aparece en la primera aventura de Corto y que se puede considerar el mejor amigo de Corto. Las mujeres también juegan un papel muy importante en la historia. Los romances del marinero suelen ser trágicos y aportan algunos de los mejores finales que he leído nunca (recomiendo el final de Corto Maltes en Siberia y el de Concierto en Do Menor para Arpa y Nitroglicerina, incluido en las Célticas.